viernes, 30 de mayo de 2014

Los nombramientos, ¿importan tanto?

Son muchos años los que llevo dedicado a la comunicación. Primero como periodista en diferentes medios, luego como responsable de prensa en instituciones y, por último, ejerciendo la consultoría para empresas y organizaciones. Las cosas han cambiado de forma radical en los últimos 20 años. Creo que ya se hace pesado recordar cómo se trabajaba entonces, en qué condiciones. El valor que ha adquirido internet, la digitalización de los contenidos, las redes sociales...en fin multitud de aspectos. Aun recuerdo aquellos  faxes que tardaban horas en pasar y como cuando se empezó a implantar Internet la conexión  saltaba una y otra vez. En fin...anécdotas de tiempos pasados pero confieso que una cosa me sigue dejando perplejo, ya que no tengo respuesta. Hace treinta años se comunicaba un nombramiento -directivo, fundamentalmente- exactamente igual que ahora.. Intuyo que el ego o la autoestima del nombrado salía reforzado pero la pregunta que me hacía entonces y que me hago hoy es para qué sirve realmente o si tiene alguna relevancia el hecho en sí.



Es evidente que un cambio de ministro, presidente de un banco, alcalde...pero el director de servicios de la empresa X o el controller de la empresa Y no parece importarle a nadie. 

Sin embargo, siguen existiendo secciones, espacios donde se cubre ese tipo de información. Algo así como el cotilleo empresarial, la parte más 'social' y anecdótica.

La condición humana es así, porque pasado tanto tiempo no os podéis imaginar el éxito que siguen teniendo estos espacios.


Carlos Bascones

martes, 27 de mayo de 2014

Crear contenidos que interesen a la gente para ser comprados



¿Qué pueden tener en cuenta estos dos artículos de El País? "Perdidos en el Lago Malaui" y "Mi marido me secuestró". Por temática distan mucho de tener una relación ente sí, pero la conexión está en que los dos han suscitado mi atención, ya que el primero habla sobre viajes y el segundo sobre los secuestros de mujeres en Kirguizistán para convertirse en esposas a la fuerza. He puesto como ejemplos estos dos reportajes tan interesantes para lo que quiero exponer aquí.

Los medios tradicionales que tienen su versión online deberían apostar más por este tipo de contenidos informativos más elaborados y extensos, ordenados por temáticas y puestos a la venta para los usuarios interesados. Se podrían hacer bonos mensuales o anuales o "pagar por pieza" (un concepto cada vez más de moda en los sistemas de pago online: pagar sólo por lo que se usa). 

Aunque en España nos encanta que todo nos salga gratis, también hay gente dispuesta a pagar por textos periodísticos de calidad. Si realmente se les ofrecen lecturas interesantes, se puede afianzar su fidelidad y que consuman habitualmente contenidos de pago.

Las noticias de actualidad aparecen y se replican rápidamente en la red, porque son de máximo interés, haciendo que sea difícil pedir un pago por ellas. En cambio, los reportajes trabajados en profundidad, que tocan temas intemporales o de segunda fila informativa (viajes, historia, ocio, actualidad mundial, economía, ...) pueden ser susceptibles de ser comprados.

También hay otras formas para generar ingresos en la red, como es la inserción de espacios publicitarios inteligentes en los medios. La cual es cuestionable ya que vulnera nuestra privacidad. Facebook y Google la ofrecen a las empresas que se publicitan, usando para ello nuestros datos personales, la información de nuestros mails o el historial de navegación. Así los anuncios le aparecen al cliente potencial. ¿No os ha pasado que buscáis información sobre viajes y luego todas los banners que os aparecen son de Booking o Kayak? Pués a esto me refiero.

Otras fórmulas son hacer pagar por todas las noticias online del medio o dar la opción de comprar en PDF la versión en papel. Cerrar a cal y canto una plataforma informativa en Internet considero que es un error, porque es como crear una barrera entre tú y el lector, ocasionando que los internautas huyan a medios más abiertos y receptivos a ser leídos.

La migración del periodismo tradicional al periodismo online está siendo duras y aun falta encontrar la fórmula mágica que guste a todos: medios, periodistas y lectores.


   

lunes, 12 de mayo de 2014

El papel no está muerto

El editor del 'The New York Times' (http://www.nytimes.com/) se retracta y afirma que el diario impreso "sigue siendo muy importante". En los 80's la canción 'video kill the radio star' hacía furor entre los jóvenes... Venía a decir que la irrupción de un medio se comería, mataría a otro. Pero nada más lejos de la realidad. La radio continua más viva que nunca y convive con otras fuentes de información y entretenimiento. Después de la crisis sufrida por una de las cabeceras más famosas del mundo - el New York Times- , resulta que su editor ha tenido que rectificar unas afirmaciones suyas de hace cinco años cuando auguraba la defunción del mismo.



Hoy ha recuperado gran parte de su salud a partir de continuar haciendo periodismo de calidad y por la adaptación al territoriodigital. Su página web cuenta con 800.000.

suscriptores exclusivos-un 10% son de otros países- y 65 millones de usuarios únicos por mes, según el propio editor. La tecnología aumenta las posibilidades de la comunicación pero no suele matar a sus hijos. Ni el video mató a la radio, ni internet matará al papel. Ahora, si van a tener que convivir, quieran o no, si pretenden subsistir en este mundo tan cambiante



Carlos Bascones

martes, 6 de mayo de 2014

Internet potencia la marca personal del periodista



"La imagen pública era antaño territorio exclusivo de los columnistas de perfil alto; ahora forma parte del trabajo de todos los periodistas", se dice en el ensayo Periodismo postindustrial: adaptación al presente de varios autores. Coinciden con esta afirmación dos expertas: Fátima Martínez, profesora especializada en periodismo digital, y Bárbara Yuste, profesora y directora de comunicación de la Asociación Española de la Economía Digital (adigital).

Para Fátima Martínez "el periodista está adquiriendo un mayor protagonismo en el reciente ecosistema digital si es capaz de ofrecer un contenido original y trabajando para que llegue a nuevas audiencias de Internet". Al respecto subraya que la marca personal "no es már que la firma periodística que siempre ha existido en prensa escrita y en los medios tradicionales, pero únicamente desarrollada y trasladada al mundo digital del siglo XXI".

En este contexto, razona que redes sociales como Twitter y Facebook pueden favorecer la promoción de los trabajos de los profesionales y, naturalmente, al medio de comunicación en el que trabajan. "El periodista fomenta su marca personal, es decir, su imagen pública, y por otro lado, se aproxima a los lectores que ya tienen integrados los nuevos hábitos de lectura digital, pensando que los nativos digitales y los jóvenes se acercan cada vez más a la prensa a través de las redes".

Bárbara Yuste defiente que las redes sociales "son el mejor altavoz para los profesionales de la información que hoy desarrollan su tarea diaria en un contexto radicalmente diferente". El periodista, añade, debe utilizar estos canales "para gestionar su propia marca; es fundamental que ponga valor a su trabajo". Pero advierte que el profesional no sólo ha de tener una presencia activa en las redes, "sino que es preciso aportar valor y compartir contenidos de calidad que le diferencien del resto y que refuercen la imagen de credibilidad que tiene".

Lejos de las teorías catastróficas sobre el futuro del periodismo, el ensayo citado señala que "cuanto más nos enganchamos a un periodista a través de su imagen pública, más queremos escuchar lo que tiene que contarnos del mundo". En este sentido, Bárbara Yuste valora que el trabajo del periodista de un medio puede verse reforzado en internet "utilizando otros espacios principalmente un blog, porque es en él donde va a poder generar ese contenido de calidad y de valor añadido". 


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