jueves, 30 de noviembre de 2017

Año 2018: ¿RSC?

La Responsabilidad Social Corporativa y la competitividad empresarial han sido dos términos que se han ido estrechando en los últimos años. Las empresas, en el último lustro, han entendido, que sin reputación, es imposible desmarcarse ya en el mercado 3.0. 

Aunque es un fenómeno que ha ido creciendo paulatinamente, todo parece indicar que 2018 va a ser el año en el que este ámbito empresarial dejara de ser un fenómeno para las grandes empresas y se establecerá en las PYMES españolas. 

La Responsabilidad Social Corporativa, en sus siglas RSC, representa la integración voluntaria de una organización en los problemas y en el devenir de la sociedad a la que pertenecen (y en la cual ejercen su papel de agente económico). De esta manera, los proyectos RSC de las empresas se pueden integrar en múltiples temáticas: desde ayudas a proyectos de desigualdad a propuestas medioambientales, por ejemplo. 

Según el catedrático del CUD, Juan Andrés Bernal-Conesa, las empresas ya se decantan en proyectos de RSC para elaborar su comunicación de marca: "definitivamente las organizaciones esperan que la inversión en este ámbito se traduzca en una mejor competitividad dentro de su mercado". 

El sector de las grandes empresas españolas también ha entendido la importancia de generar un feedback a la sociedad a la que pertenece. Por eso, nació en 2015 la Fundación SERES, en la cual se involucran más de un 70% del IBEX 35 (y casi 140 empresas en total), cuya función es darle valor a los proyectos humanitarios y sociales que nacen dentro de las empresas. 

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