viernes, 5 de abril de 2013

Para algo están las hemerotecas de los diarios




Las fotografías de Núñez Feijóo, presidente de Galicia, con el narcotraficante Marcial Dorado, actualmente cumpliendo condena en la cárcel, han causado un gran revuelo en la política gallega y en el Partido Popular, ya que Feijóo es uno de los favoritos para sustituir a Mariano Rajoy cuando este abandone la cúpula del partido. 

Las imágenes del actual líder gallego con el narco fueron tomadas hace casi 20 años, en ellas se puede ver como Feijóo se pasea con Dorado en yate por la ría de Vigo. Los dos hombres tuvieron una estrecha amistad entre 1995 y 1998. Durante esos años, Feijóo acudió varios veranos a la casa que Dorado tenía en Baiona, cerca de Vigo, y también viajó con él a Portugal y Andorra, habitualmente en compañía de otras personas. 

El presidente de la Xunta asegura, según ha reconocido a la publicación El Pais, que su relación con Dorado se limitó al ámbito personal en reuniones en su tiempo de ocio en las que participaban más amigos. Reconoce que estuvo en su barco, em su casa y al menos hizo un viaje con él, aunque niega tajantemente que tuviera cualquier tipo de lazo económico con Dorado ni que estuviera al tanto de sus negocios ni que su relación con él hubiese tenido la menor influencia en sus decisiones como cargo público.

Esta afirmación rotunda por parte de Núñez Feijóo no contrasta con la realidad, ya que por aquella era sabido entre la política gallega y los medios de comunicación que Marcial Dorado había estado implicado en 1983 en una redada contra los tabaqueros gallegos y fue objeto de múltiples investigaciones del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) hasta el punto de que en 1998 la dirección de Aduanas de Madrid había diseñado una operación diseñada para detenerle llamada Cabeza de Vaca, aunque al final fue desactivada.

La Vanguardia en 1995 llevaba investigando e informando desde hacía seis años puntualmente de las actividades de los contrabandistas gallegos de tabaco, entre los que se encontraba Dorado, que se estaban pasando al contrabando de cocaína y hachis. La hemeroteca de este periódico demuestra que en 1990 ya se sabía quién era Marcial Dorado y a qué se dedicaba, por este motivo es difícil creer las palabras de Feijóo de que "no estaba al tanto de sus negocios" si era un hecho vox populi.  


Luis Delgado y Laia Cardona

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