martes, 27 de noviembre de 2012

Siete errores de la campaña de Mas


Una campaña electoral es, por encima de todo, un acto de comunicación. Pues bien, desde el punto de vista de la comunicación estratégica, Artur Mas y su equipo cometieron graves errores de apreciación, de planteamiento y de táctica en estas últimas elecciones. La consecuencia ha sido que la coalición ha obtenido lo peores resultados de las últimas décadas. He aquí un análisis rápido de los principales fallos del equipo de CiU.

1er Error: Optimismo sin base
Tras el 11-S algunas encuestas atribuían a CiU la posibilidad de alcanzar la mayoría absoluta gracias a su giro independentista. Se hace extraño pensar que, antes de tomar la decisión de convocar elecciones, nadie en el equipo de CiU alertara de que en el mes de julio las perspectivas electorales de CiU  ya eran bastante bajas; una encuesta del diario Ara le atribuía 55 escaños. ¿Quién fue el optimista que pensó que con proponer un referéndum se ganarían los trece diputados que faltaban para la mayoría absoluta? Sin duda han faltado voces críticas en el equipo de estrategas de Artur Mas.

2º Error: Sobrestimación de las propias fuerzas
La realidad es muy tozuda y no fueron 1,5 millones de personas las que acudieron a la manifestación del 11-S. La Vanguardia publicó un excelente informe en el que consideraba un máximo de 600.000 asistentes. El trabajo lo firmó nada menos que el responsable del servicio de Estadística Aplicada de la Universitat Autonoma de Barcelona. Sin embargo la cifra de 1,5 millones partió del departamento que dirige Felip Puig y se repitió hasta el hartazgo. ¿Acabó CiU creyéndose sus propias exageraciones?

3 er Error: Ignorar la historia
Hay un consenso general en que el soberanismo ha sido el parapeto tras el cual CiU ha ocultado el debate sobre su política económica.. Pretender que se obviaría el tema ha sido un error típico de menosprecio hacia la inteligencia de la opinión pública. Parece increíble que no se haya aprendido, por ejemplo, de cómo reaccionó la ciudadanía ante el 11-M del 2002. Aquel caso fue burdo hasta la exageración, pero ahora también hay una parte del electorado que se ha sentido manipulada y lo ha expresado claramente.

4º Error: Desinformación y Complacencia
Diversas encuestas publicadas durante la campaña auguraban un ascenso de CiU. Ante esta información evidentemente errónea los asesores de Mas le aconsejaron un perfil bajo, como se vio claramente en el debate en TV3. Allí,  Mas se limitó a repetir su mensaje soberanista e ignoró las críticas que le reprochaban su política socio-económica. Nuevo error: debería haber defendido su política económica con la misma intensidad con que sostuvo su independentismo. Y si no estaba en condiciones de hacerlo, no debería haber convocado elecciones. Mientras tanto, ERC nos ha descubierto a un sorprendente candidato: inteligente, pausado y capaz de argumentar. Sin duda los electores han premiado su talante, frente a la agresividad en las formas que destilaba su antecesor Puigcercós.

5º Error: Contradicción en el mensaje
No se puede presentar la imagen de un líder divinizado y a la vez negar alguna pretensión de mesianismo. Los contrincantes y los medios de comunicación adversos encontraron en la imagen de la campaña artillería con la que disparar; lo  sorprendente es que fuera el propio adversario el que proporcionara la munición.

6º Error: Desoír las señales
Descontento social, incremento previsto de la participación electoral, tendencia bajista de los últimos sondeos…fueron algunas señales que auguraban la debacle; pero nadie las tomó en cuenta. No hubo reacción en el mensaje ni se tomaron decisiones arriesgadas, como por ejemplo debatir con ERC, que era quien le disputaba el electorado independentista. ¿Por qué no se aprovechó la buena capacidad televisiva de Artur Mas para pelear por el voto soberanista y se prefirió el debate en 8TV contra PSC y PP?

7º Error: Despreciar a la prensa
El último error lo cometió Mas tras acabar la contienda. En la noche electoral fue el único candidato que no aceptó una entrevista para la TV pública catalana. Más grave fue el menosprecio con que Oriol Pujol contestó a la presentadora de TV3: “No ha comparecido porque está reflexionando”. Sin embargo, Artur Mas sí encontró esa misma noche un espacio en su meditación para atender a la BBC.

Aprendiendo de los errores

El estadístico Nate Silver se ha hecho famoso por predecir con sorprendente precisión resultados diversos, desde el comportamiento de los jugadores en el béisbol norteamericano, hasta el desenlace electoral en USA. Vista la pifia de los sondeos de estas elecciones (incluyendo la encuesta a pie de urna que facilitó TV3), nuestros políticos y sus asesores deberían curiosear en los métodos de Nate Silver. En la actualidad, Silver es contribuyente estrella en The New York Times; merece la pena echar un vistazo a su último trabajo en las presidenciales de Estados Unidos.


Luis Delgado

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